Escritos sobre arte, Mark Rothko, Paidós, 2007 (reeditado en 2011). Edición, introducción, notas y cronología a cargo de Miguel López-Remiro.
"Nunca he pensado que pintar un cuadro tenga que ver con expresarse. Es una comunicación acerca del mundo a otra persona. El mundo se transforma después de esa comunicación. El mundo no fue nunca el mismo después de Picasso o Miro. Las suyas fueron miradas al mundo que transformaron nuestra visión de las cosas"
Mark Rothko, 1958.
“Soy consciente de que pintar cuadros tan grandes es grandilocuente y pomposo. Pero pinto así precisamente porque quiero ser íntimo y humano. Si pintas cuadros grandes, tú estás dentro. Y el espectador también se siente dentro del cuadro.”
Mark Rothko, 1951.
"El libro de Rothko que publicó Paidós este año tiene un poco de todo esto: una docena de tediosos ensayos, una cincuentena de interesantísimas cartas y conversaciones, y una verdadera perla, “La butaca”, un perfil-reportaje a Rothko realizado por el periodista John Fischer a bordo de un transatlántico en 1959 (y publicado en la revista Harpers como necrológica de Rothko once años después), que es sencillamente el mejor retrato de un pintor contemporáneo que he leído".
Extracto de la reseña de Juan Forn sobre el libro en el diario argentino Página 12
"Comencé a mirarlo como había leído que hay que mirar los cuadros de Rothko, concentrando los ojos fijamente en uno de los colores y perdiendo el foco intencionadamente. Al cabo de un ratito las líneas azules desaparecieron y toda la pared se convirtió en un espacio vibrante naranja y rojo. Digo vibrante porque como la superficie del cuadro no está compuesta de una capa de color uniforme, sino que hay muchos matices de intensidad que vibran por debajo del color predominante, de repente el naranja y el rojo comenzaron a respirar. Os juro que el cuadro se convirtió en un ser vivo que respiraba delante de mí como si huviera vuelto a la vida después de un largo letargo para enviarme un mensaje que había estado esperándome. Sé que suena a locura. Pero para mí fue una experiencia espiritual muy intensa."
Marina Ruiz Molina, restauradora de papel en el MET de Nueva York

No hay comentarios:
Publicar un comentario